LECTURA Y ESCRITURA PROCESOS DE VIDA
Vivir la escritura y la lectura en mi época era disfrutar de la compañía de mi madre a la luz de una vela en noches donde la única luz era la de los aviones, en la entrada del rancho que había construido mi papá con sus propias manos en el Barrio Bella flor, el ultimo de la localidad de ciudad bolívar; en ese entonces nunca imagine que la escritura y la lectura tuvieran trascendencia en mi vida.
Mi madre para lograr que el temor a la oscuridad y las horas pasaran rápido nos narraba un cuento infantil que aun hoy no he logrado encontrar la versión que ella con sus tiernas palabras y tan solo con segundo de primaria nos transportaban a mundos de fantasía que nos acompañaron toda la infancia a mi hermana y a mí.
La vida religiosa que llevábamos me acerco a un a la lectura de narraciones sobre al vida de personajes bíblicos y que han marcado la pauta para mi preferencia de lectura.
Poco tiempo después de leer las 100 historias de los personajes de la biblia de la religión de los testigos de Jehová, recuerdo que mi padre era vigilante en un sector del norte y cada vez que votaban libros los recogía, no los traía a mi hermana y a mí. A pesar de que mi padre no sabe leer ni escribir el era consciente de que nosotras debíamos aprender a conocer más cosas que simplemente una enseñanza superficial en la escuela.
Fue a si como conocí a los más grandes de la historia en un libro de biografías de 500 páginas el cual hasta el día de hoy cuando nombran a algún personaje de los que estaban en ese libro logro contextualizarme y saber de quién hablan.
En mi adolescencia mi vida literaria estuvo marcada por novelas de Corín Tellado que una vecina del lado de debajo de mi casas alquilaba a 10 pesos, pero al lograr hacerme amiga de ella me las dejaba a mitad de precio y otras veces ya solo me las daba para que leyera.
Pasaba las horas enteras leyendo en mi casa puesto que mi padre creía que al salir de la casa los demás muchachos nos corrompían , pero yo lograba ir a mundos inimaginables con los libros eran mi escape al encierro que vivíamos , me ayudaban a estar lucida en la realidad y crear fantasías y sueños en lo imaginario.
En el colegio donde estudie los textos eran dados a partir de los temas o mejor periodos de la literatura textos u obras sin sentido para mí.
Tan solo aquellos que narraban una historia de un personaje eran de mi interés entre estos puedo nombrar la cándida Herendida, Don Quijote de la Mancha, la Divina comedia la cual me dio pautas sobre el mas allá creyendo que al morir subiré como en un ascensor y cada que puedo sin que nadie se dé cuenta rezo un padrenuestro para que una alma según yo suba un poquito más en la escalera que lo lleve al cielo.
Luego de cursar el bachillerato mi mayor deseo era estudiar una carrera de tal manera que pudiera surgir un poco más en la vida, desafortunadamente la opción que me dio mi mama era otra: debía trabajar para sostener mi familia ya que mi padre no trabajaba desde que yo contaba con 12 años de edad y mi mama era ya mayor empezó a enfermarse debido al trabajo que llevaba y debía retirarse lo antes posible por recomendación médica.
En ese entonces en el año de 1999 tan solo un mes después de graduarme mi mama me consiguió trabajo en lo único que ella podía acceder: muchacha del servicio domestico interna.
Sentí que mi vida se estancaría y que mi pasión por estudiar porque me encantaba hacerlo se había convertido en un túnel donde la oscuridad cubría mi vida, con todas mis fuerzas y contando con 17 años decidí no trabajar más en eso y aventurarme a otras cosas. Gracias a Dios y a la misma vecina que potencio mi amor por la lectura con el alquiler de revistas encontré un trabajo de madre comunitaria donde se atendían niños y niñas de 0 a 2 años de edad y que hoy en día aun conservo ya como docente en los jardines de la Secretaria Distrital.
Comencé a estudiar técnico en preescolar donde cada texto que leía era por compromiso y de manera superficial , afortunadamente la comprensión que los profesores solicitaban era la adecuada y mis notas eran buenas con relación a la comprensión de lectura pero …. Esto no era suficiente.
Mi estrellón con lo que realmente era leer y escribir lo tuve cuando alcance una meta más grande en mi vida: Estudiar en una Universidad, recuerdo que alguna vez me lo dije y hasta lo escribí en una lista de las 40 cosas que iba a hacer en mi vida: Entrare a una universidad donde cursare una carrera profesional y me graduare.
En el momento que inicie a leer los textos que la universidad javeriana me dio como elementos de estudio me cayo un vaso de agua fría, ¡por Dios que era eso! , no lograba entenderlos, no lograba leer. El primer libro tuve que releerlo mas de 2 veces para que al final con lagrimas en los ojos me desesperara y con coraje reconociera que me habían robado todo el tiempo del bachillerato cuando me enseñaban español.
Nada de lo que había aprendido me lograba servir y poco a poco tuve que desaprender y verme ya no como una simple muchacha que sabe leer y escribir sino como una persona a la que la lectura y la escritura la afectan al grado de producir pensamiento crítico frente a la realidad que vive.
Hubo una época donde los textos predilectos eran los de superación personal tanto en las relaciones de pareja como en la vida entre estos las novelas de Carlos Cautemoc, mis zonas erróneas , Amar y depender de Walter rizo; mujeres que camina entre Lobos, entre otros que me han ayudado a superar mi autoestima baja y que a la vez contagiaron a mis compañeras de trabajo que sin querer formamos no un circulo sino una cadena donde todas leíamos el mismo libro para luego tomándonos una onces compartíamos las partes que más nos gustaban.
Hubo muchos maestro que marcaron mi vida como lectora y escritora la profesora Mónica Bermúdez me ayudo en mis primeras pautas como escritora tan solo de trabajos de al universidad ya lograba darle al menos un sentido social no solo como requisito de una signatura; mientras que el profesor Pablo García Dussan entro en mi vida para darle a los textos que leía un sentido único desde la óptica de símbolo como forma de representar las situaciones y realidades de los autores que escriben para nosotros.
Hoy puedo decir que la escritura y la lectura son inherentes a mí como procesos de desarrollo de mi personalidad de mi profesión de mi vida pero sobretodo como madre de un hijo de 2 años de edad quien a su corta edad ya pide lecturas y como una forma de pasar la tradición de generación en generación los cuentos de mi madre con algunas modificaciones como los nombres de los autores por unos mas nuevos como Buzz lightyear o Woody o el señor cara de papá entre los favoritos de mi chiquitín.
Ver hacia atrás en mi lectura me trae muchos recuerdos amargos por todas las majestuosas obras que tan solo mastique pero no digerí por no saber leer y escribir, tal vez algún día los retome y entonces recupere ese valor inmenso que estos poseen.
MAUDANY CASAS López
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